La coacción reproductiva en las relaciones íntimas es una forma de control coercitivo. Implica eliminar la autonomía de un individuo para tomar decisiones sobre su salud, su cuerpo y su actividad sexual. La coacción reproductiva niega a la persona sus derechos humanos.

La coacción reproductiva contra la pareja es una forma de violencia de pareja (VPI); la VPI afecta de forma desproporcionada a las mujeres, en concreto a las de comunidades marginadas. Puede conducir a una dependencia forzada de la pareja que ejerce la violencia y hace más difícil que una persona pueda abandonar una situación de abuso debido a los vínculos por la crianza y la custodia.

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